Aguarden, acabo de llegar de Gessel despues de un finde fantástico, ¿les conté que ya se fue Sofi?. Si, un bajón, lo sé. Asique estoy perdida nuevamente en la soledad del bosque, con la compañía de un buen libro (Edward Cullen) y el mar. Bueno, la cuestión es que la pase muuuuuuy bien, demasiado. Antes de venirme estuve jugando al voley con unos mendocinos y sinceramente fue como estar en el mismisimo paraíso. EU!, fui a pescar por primera vez en toda mi vida, y saqué pecesitos más bien grandes, una emoción teníaaaa, me encanta presenciar experiencias nuevas que me pasan. En un momento, me senté sola en la punta punta del muelle, dónde estaban solamente los que pescaban con caña (che, como le calé la onda a la pesca) y me senté a mirar la nada, y veia como todos esperaban a que los pobres pescados agarren el anzuelo, simplemente para llegar a sus casa y decirles a su mujer: mirá mi amor, pesqué un bagre! y si no pescaste nada sos un fracasado que despúes de cagarte de frío cinco horas o más llegas a tu casa a comer pan con manteca. Osea, voy a dejar algo en claro, es la primera y ultima vez que voy a pescar, muy linda la experiencia, blabla, pero pará. Igual, convengamos que la pasé bien porque estaban todos los chicos. Despues les voy a contar el contacto que Nico Argento y yo tuvimos con un espíritu o lo que sea que era