Hay veces en que no basta con hacer las cosas lo mejor que uno puede..

había que ser perfecto y no se pudo.

Acabo de darle el regalo a mi papá y un saludo de felíz cumpleaños.. está acabando mi fin de semana cero social. Me gustan, me los voy a tomar bastante seguido. Hoy fui con mi hermano y mi mamá a jugar al tenis después de almorzar, la verdad, genial. Un día perfecto y yo al aire libre. Despues fui al desfile de los de tercero (bueno si, es un evento social) solo para hacerle el aguante a mis amigas que bailaban y desfilaban, porque yo sabía de que al ver mi cara harían todo perfecto jaja mentira. Por primera vez en toda mi vida gané en un sorteo, es un día glorioso para mi, el número 89 por siempre jajaj, nunca en mi puta vida gané nada, y me vengo a ganar una pastrafola que está ansiosamente sentada en la mesada esperando a que vaya a probarla. Mi cara de felicidad caminando para lo de Fabri con la pastafrola fue increíble, lástima que con la oscuridad nadie me veía. Y acá estoy, después de una linda picada, esperando a que me conecte internet para seguir con la película que dejé en la mitad ayer, para bajarme capítulos de gossip que pienso seguir hoy y para continuar con mi linda lectura. Ahora bajo a hacerme un cafecito y a buscar un pedazo de la tarta de frutill, y después puedo robarme un poquito también de mi hermosa pastrafola. Y hoy es domingo, que en mi idioma significa día piyama. Un día menos para las vacaciones. Vamos locooooooooo.