Me pongo las zapatillas, una camperita, la capucha, los auriculares, miro por la ventana y me decido a salir a caminar. Lo peor de la tormenta ya había pasado asique me digné a disfrutar las últimas gotas que cayeron sobre mi cara. Fui al centro, bajé a la playa y volví a casa caminando por el bosque. Creo que no hay nada más lindo que la fusión del olor de los pinos despues de la lluvia y el sonidos de los pájaros re apareciendo de a poco. Poesía pura.
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